Catedral de Santa Ana

La Catedral de Santa Ana, más que una infraestructura, es un lugar especial que guarda la cultura y la religiosidad de un pueblo.

Según la historia, en el mismo lugar en el que ahora se encuentra la edificación con estilo gótico – bizantino, se ubicaba la parroquia central construida entre 1575 y 1576, pero que fue semidestruida por un rayo en el siglo XIX.

Luego de que se creara la Diócesis de Santa Ana, se gestaron los preparativos para renovar la estructura de la iglesia, la cual se concretó en enero de 1906. Los trabajos de construcción siguieron hasta 1959, año en que se incorporó el altar de mármol y la imagen de la Señora de Santa Ana, patrona del lugar.

En 1913 se consagró a Santa Ana como la “Patrona de los Partos Difíciles”, motivo por el cual hoy en día algunas mujeres que están a punto de dar a luz se encomiendan a su intercesión. Además, muchas madres acuden a la Señora de Santa Ana para presentar a sus bebés, a los 40 días de nacidos.

La Catedral de Santa Ana posee la figura de cruz latina, con tres naves. Una central, de 22 metros de largo y 22 metros de ancho, y las naves laterales miden dos metros de largo y ocho metros de ancho. Hay cuatro confesionarios hechos de madera, así como bancas y 51 hermosas lámparas.

 

La iglesia alberga 28 imágenes o estatuas entre las que destacan la Virgen de Guadalupe, San Roque, el Niño Jesús de Praga, San Blas, San Judas Tadeo, entre otros.

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